Que ya lo he dejado atrás,
que a veces,
intenta volver pillándome a traición
en esos días ñoños
en los que el atardecer invita a cobijarse
en la ternura de un abrazo
y entonces corro a sumergirme en poemas de mar
que guardan tesoros escondidos
entre arrecifes de coral,
que cuando ya cae la noche y sale la luna,
lleno las horas con brillos de nácar
y los silencios con canciones pirata
que llevan pasiones de agua,
historias de olas,
estrellas mojadas,
caballos que bucean con la cola enroscada;
y que así, entre la magia,
se van cerrando mis ojos,
despacio,
poco a poco
hasta llegar mar adentro,
donde cantan las sirenas,
donde me despeina el viento.
que a veces,
intenta volver pillándome a traición
en esos días ñoños
en los que el atardecer invita a cobijarse
en la ternura de un abrazo
y entonces corro a sumergirme en poemas de mar
que guardan tesoros escondidos
entre arrecifes de coral,
que cuando ya cae la noche y sale la luna,
lleno las horas con brillos de nácar
y los silencios con canciones pirata
que llevan pasiones de agua,
historias de olas,
estrellas mojadas,
caballos que bucean con la cola enroscada;
y que así, entre la magia,
se van cerrando mis ojos,
despacio,
poco a poco
hasta llegar mar adentro,
donde cantan las sirenas,
donde me despeina el viento.