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A esta niña, ya mujer, la conozco prácticamente desde mi llegada a La Paz. Fue la aprendiz adolescente del Sifu que hizo de mi jazmín un cinta negra al paso de los años (era la encargada de hacerlo dar vueltas interminables alrededor de un solar inmenso cuando él contaba apenas con 5 años, previas al entrenamiento) y de la patineta. después, ya madre, fue mi tallerista y ahora es una poetiza con estilo propio (la de zapes que le di por copiarme el estilo). Esto de un ejercicio basado en lectura narrativa para aprender el oficio de la síntesis. Hoy me viene mucho al caso por lo que ya saben. En homenaje, de Cien años de soledad:
Tuyo
- María Guadalupe Nuño Flores -
Tuyo es mi silencio
Cuando busco mar, encuentro río.
Cuando veo en tu mirada enjambres, polvo, ceniza.
Tuyo es mi silencio
Cuando atada a un árbol no caen frondas ni simientes de agonía.
Cuando la muerte ronda mi efímera sonrisa.
Tuyo es mi silencio
Cuando ignoro los secretos de esta esencia palpitante.
Cuando mi boca se traga palabras, palabras y más palabras…
Tuyo es mi silencio
Cuando escondo los más de cinco libros de versos que no te dije.
Cuando sueños de piedra son mis ojos.
Cuando no hablo con mi propia voz.
Cuando soy insomnio o no sé quién soy.
Tuyo es mi silencio
Cuando busco el calor de mis recuerdos más antiguos.
Cuando no quiero despertar completa.
Cuando evoco mis atardeceres y trato inútilmente de romper tu cáscara.
Tuyo es mi silencio
Cuando entra la nostalgia como musgo sobre el quicio,
estropeando el alba en mi ventana.
Cuando tropiezo entre las malas horas.
Cuando olvido el punto exacto donde está mi corazón.
Tuyo es mi silencio
Cuando no permites que muera en ti, sobre ti y debajo de ti,
porque estás ausente matándome en la almohada.
Tuyo es mi silencio
Cuando no sé borrar las líneas perfectas de tus manos sobre mi piel.
Cuando pierdo mi boca, mis ojos, mis oídos, mis manos, mi memoria.
Tuyo es mi silencio
Cuando desgarras mis adentros
y sólo espero apacible mi mausoleo errante.
Cuando flota el olor de los baúles,
deslizándose lado a lado en sigilo corrosivo.
Tuyo es mi silencio
Cuando a pesar de la claridad de las begonias son otoños mis sentidos,
que tejen y destejen la mortaja.
Tuyo es mi silencio
Cuando siento las mariposas amarillas, los alacranes, los grillos…
deambulando las calles anchas, endrinas de mi alma.
Tuyo es mi silencio
Cuando creo que los libros son para matar las cucarachas
y las hormigas coloradas habitan mi corazón.
Tuyo es mi silencio
Cuando se esparce en este tálamo la ausencia.
Esta ausencia de cien años me abraza
y luego se me escurre diáfana cada mañanita.
Tuyo
- María Guadalupe Nuño Flores -
Tuyo es mi silencio
Cuando busco mar, encuentro río.
Cuando veo en tu mirada enjambres, polvo, ceniza.
Tuyo es mi silencio
Cuando atada a un árbol no caen frondas ni simientes de agonía.
Cuando la muerte ronda mi efímera sonrisa.
Tuyo es mi silencio
Cuando ignoro los secretos de esta esencia palpitante.
Cuando mi boca se traga palabras, palabras y más palabras…
Tuyo es mi silencio
Cuando escondo los más de cinco libros de versos que no te dije.
Cuando sueños de piedra son mis ojos.
Cuando no hablo con mi propia voz.
Cuando soy insomnio o no sé quién soy.
Tuyo es mi silencio
Cuando busco el calor de mis recuerdos más antiguos.
Cuando no quiero despertar completa.
Cuando evoco mis atardeceres y trato inútilmente de romper tu cáscara.
Tuyo es mi silencio
Cuando entra la nostalgia como musgo sobre el quicio,
estropeando el alba en mi ventana.
Cuando tropiezo entre las malas horas.
Cuando olvido el punto exacto donde está mi corazón.
Tuyo es mi silencio
Cuando no permites que muera en ti, sobre ti y debajo de ti,
porque estás ausente matándome en la almohada.
Tuyo es mi silencio
Cuando no sé borrar las líneas perfectas de tus manos sobre mi piel.
Cuando pierdo mi boca, mis ojos, mis oídos, mis manos, mi memoria.
Tuyo es mi silencio
Cuando desgarras mis adentros
y sólo espero apacible mi mausoleo errante.
Cuando flota el olor de los baúles,
deslizándose lado a lado en sigilo corrosivo.
Tuyo es mi silencio
Cuando a pesar de la claridad de las begonias son otoños mis sentidos,
que tejen y destejen la mortaja.
Tuyo es mi silencio
Cuando siento las mariposas amarillas, los alacranes, los grillos…
deambulando las calles anchas, endrinas de mi alma.
Tuyo es mi silencio
Cuando creo que los libros son para matar las cucarachas
y las hormigas coloradas habitan mi corazón.
Tuyo es mi silencio
Cuando se esparce en este tálamo la ausencia.
Esta ausencia de cien años me abraza
y luego se me escurre diáfana cada mañanita.
