Antes de conocerte con esta profundidad que ahora me asusta, yo creía que eras alguien insignificante, común entre tanta gente, estaba convencida de poder rozarme contigo, y no quedarme en ti, acariciando tu presencia pero ajena a tu vida, pero profundo como eres, te has apoderado sutilmente de mi. Cuando miré tus ojos desde tanta cercanía no sospeché que tu mirada sería mi eterna caricia, fue fácil, arrimarme a ti hasta sentir como me atraías, y sucumbir a tu embrujo y no, querido mio, yo no me detuve a valorar cuanto podías adueñarte de mi alma, ni cuanto sabrías poseerla, no fui consciente de cómo el pasado se llenaba de existencia, mientras tu dormías plácidamente.
Hoy eres mi ser predilecto, y en mi habitación perdida, me seduce bailar contigo, seguir tus pasos, con ese aire de lejanía y proximidad a la vez, que me invitan a vibrar con la comodidad que me ofrece tu compañía, ya que nunca te ha molestado verme llorar, y me has dejado ser quien soy, ese ser real que late, sueña, vibra y siente, siendo tú ese increíble y dulce ser humano, que en sus silencios me posee. Pues si querido mio he descubierto que poco a poco y a cada día nos acercamos más, tanto que estamos demasiado juntos y podemos acariciarnos, y mientras lo hacemos vas comprendiendo mi vida, mis sonrisas, mis lágrimas y mis silencios, para de esa manera terminar cada jornada a mi lado.
Conocerte no me ha ofrecido cortesía ni placer, pero poco a poco has sido el mejor ejemplo de constancia, e incluso ahora me sonroja ver cuanto amor me profesas, gracias a ti he permanecido en silencio cuando mi corazón gritaba, he buscado calma entre el desasosiego, y sabes que la he hallado, bendito mio, le has quitado el significado y el fundamento a la palabra "fin", ya que no tengo dudas entre tú y cualquier otro ser.
Yo también te quiero, modosa y convencida de su único modo de vida, me cuentas los mejores cuentos sin usar palabras, y no me cuesta dormirme en esas prosas y versos, ya que son las llaves más cariñosas que he conocido para abrir los sueños. (Mis sueños)
No sé si decirte que nunca me faltes, o que cuento contigo, o que eres una pena sabrosa y confundida, que sabe a ciencia cierta y probada, que su nombre siempre será "melancolía", querido por siempre mio... que por amor te cultivo...