HACIENDO CAMINO
Abrazo el sol
entre las huellas galopadas
sobre el dueño de mi sangre
envueltos en polvo de nuestro sentir.
Un sudor hecho espuma
y un silencio de arena blanca
tras nuestro resoplido
de ola embravecida.
Nuestra mirada animal
sumergida en la luz
y nuestros miedos en alforja
cosida por nuestra piel.
Tan solo las riendas
nos unen a este mundo
lejano a nuestro encuentro.
Vuelo sin alas
hacia la nada de su querencia
que no oculta nuestros pasos
exentos de cristales rotos.
Cabalgo nuestros prismas
con un sonido que calla
un mundo carbonizado
lejano a nuestros pastos
sembrados por las estrellas.
Tan solo calor de piel
asoma por la senda
que une nuestros corazones.
Tan solo mis caricias
al terciopelo blanco
inocente, de su quijada
me atara de nuevo
a este mundo cruel
inexorablemente presente.
Abrazo el sol
entre las huellas galopadas
sobre el dueño de mi sangre
envueltos en polvo de nuestro sentir.
Un sudor hecho espuma
y un silencio de arena blanca
tras nuestro resoplido
de ola embravecida.
Nuestra mirada animal
sumergida en la luz
y nuestros miedos en alforja
cosida por nuestra piel.
Tan solo las riendas
nos unen a este mundo
lejano a nuestro encuentro.
Vuelo sin alas
hacia la nada de su querencia
que no oculta nuestros pasos
exentos de cristales rotos.
Cabalgo nuestros prismas
con un sonido que calla
un mundo carbonizado
lejano a nuestros pastos
sembrados por las estrellas.
Tan solo calor de piel
asoma por la senda
que une nuestros corazones.
Tan solo mis caricias
al terciopelo blanco
inocente, de su quijada
me atara de nuevo
a este mundo cruel
inexorablemente presente.