Cuerpo sumiso de obediente suplicio,
Piel que se ofrece al amante vació,
Corazón que se engaña al creerse querido,
Mirada de ingenuo esperar en olvido.
Ciego esforzar de devotos esmeros,
Que buscan ganar el cariño cual perro,
Fiel proceder de conducta ante el miedo,
Terror de perder al infiel compañero.
Maltrato invisible al espejo del alma,
Que hiere de muerte irrumpiendo la calma,
Cicatriz de flagelos silentes quemantes,
Que arden cual llamas danzando hilarantes,
Secreto desnudo al mirar de las voces,
Voces que alertan de mañanas atroces,
De esperanzas presentes y pasado elocuente,
Voces que inundan ahogando la mente.
Oídos sordos conformes en vida,
Que evaden callados realidad adquirida,
Realidad fantasiosa de verdad en mentira,
Mundo ermitaño que tan solo se mira.
Manos que tiemblan y solas se tocan,
Libertad oprimida que llanto provoca,
Valor ofuscado de cobarde conciencia,
Aferrada a la nula y eterna paciencia,
Paciencia que amarga circula y amarra,
Paciencia que lleva al olvido, a la nada.
Humanoide