Es su corazón
dijo entre dientes…
¿Pero doctora como es…?
Schhh… Schhh…
No se altere, relajase,
cierre los ojos…
Su mano en mi pecho,
por debajo de…
Pero doc…
Schhh, Schhh,
La camisa se puso de acuerdo
con la terapia, no creerán esto,
pero;
¡Sola se desabrocho dos últimos botones!
Torso descubierto, humm, haber humm dijo,
tiene hermoso tórax,
sus manos recorrieron con agrado, gírese un poco,
dio unos apretones, y con más cariño presiono,
me solté,
y como cachorro nuevo me porte…
Su aliento, el perfume, las pausas,
labios carnosos, un deleite en mi boca,
no se, cuanto tiempo su prisión.
Para cuando abrí los ojos,
si seré,
su rostro era esplendor
mis manos a sus senos llevó, se acaricio,
le recorrí, nos palpamos con los ojos
sin obviar detalles del deshojo;
Aunque le miré,
en mi timidez no atinaba,
y el marchito corazón acelerado,
cuando el cinturón se desdoblo,
ella, ya estaba en posición…
Un calma no te inquietes, en susurro, musito
¡Y no había luna,
si recién el reloj decía que de la tarde eran las dos!
Sin costumbre de paciente,
me sentí incomodo cuando se subió…
¡Saben la camilla, espectacular, perfecta,
a su medida, no me cupo dudas, para ella lo mejor!
Si, parecía que parada estaba,
y yo perdido en su profundidad,
me sonreía, con su vaivén jugaba,
no lo podía creer;
Señoras, Señores, Presentes todos;
Que emoción,
Que fuerza,
Que pasión,
¡Inclemente de mi corazón!
¡Galopó!
¡Dioses míos galopaba de admirar
en cadencias sin igual!
juro, que en su ternura,
manos suyas mi corazón masajeaban,
y entre gemidos y galopes,
la tormenta de su amor se presentó,
rió, si, rió… de puro gozo,
su cabeza hacia delante,
pelo negro en cascada mi piel rozando,
perlas idas a lo indefinido,
silencio profundo,
un destape de gran suspiro que soltó,
fueron su confirmación…
Extasiado en tal visión, espiando cada gesto,
esperando sugerencia, le observaba yo.
No se… digo…,
algo que indicara
¿Y ahora que?,
presintió mi interrogante,
sin emitir sonido, se sonrió
¡Descaradamente, sin pensar en mi corazón!
Se acomodo otra vez en la montura,
en pausa, en trotes cortos,
como imaginando el gusto,
de montar tan buen corcel,
en suave, muy suave movimiento de riendas
se dejo envolver,
sus manos por detrás de la cabeza,
sus pechos mostrando la esbeltez,
¿Cuanto tiempo fue?
la verdad no se…
Sus ojos en fulgor,
su voz algo dijo del amor,
firme de la cincha se agarró,
y con ímpetu como espoleando equino campeón
a todo galope degustando campo las emprendió,
¿Mi corazón?,
¡Le daba igual!
Incontrolable en su gozar,
la boca fue su final,
tomada de mis labios
con dote magistral, ida la pasión,
suelto a su anchas el animal,
una ola de ternura me obsequió,
casi sin respirar,
extendido beso mi cuerpo entero recorrió,
¡Que energía!,
¡El pobre corazón que estallar quería,
placidamente latía!
ya no escuchaba los, tam, tam.
arropado de ambrosia,
en manto se sentía.
¡Que amoroso que sos, dijo…!
¡Que agradable tu esperar!...
Vamos, dame ahora tu opinión sincera,
debo salirme me tiritan las piernas.
¿Que te pareció?...
De verdad les digo, para que omitir detalle aquí…
No me tomes las manos como ronroneando, le pedí
Dedos su semblante demarcando,
y entre lomas, mi boca cima saboreando,
¡Humm, Divina, hummm Divina, ohhhhh Divina!
Entre suspiros le abrace, le apreté, con ganas,
que maravilla verte sentada,
ahora le dominaba,
se preparaba mi yo,
para finales estocadas…
Jajaja, jajaja
camilla se partió en dos
y de la impresión, en un giro, por evitar la caída,
y que tan adorable jinete se volteará,
una puntada en la espalda,
hizo acordarme de mi madre
que en niñez bien me tratara,
y se que no tiene nada que ver en esto,
pero lo que hasta entonces era duro y recto,
el dolor agudo, profundo, lo abatió sin contemplación
y resumido a la mínima expresión,
¡¡Con que ganas me dejó!!
¡Que vergüenza!
¡Que risa!
¡Que bochorno!
Sentada en el escritorio ya,
a carcajadas, la doctora en cueros
miraba con manos en su vientre…
Un no te preocupes y exclamo:
¡No tienes nada al corazón!
¡Y rió, por Dios, que risotadas
si al excusado tubo que partir!
Nosotras las mujeres, me gritaba,
somos así,
esto nos sucede siempre de tanto reír…
Volvió,
me besó mientras se vestía,
yo, también a mis anchas reí,
por atrás le recorrí,
le abrace y a su oído bien bajito musité;
Eso al principio quise decir;
“El paciente del corazón canceló su cita, lo oí en recepción”
dieciséis, cuarenta y cinco hrs.,marcaba el reloj…
Tarjeta le extendí,
como todo un caballero, en su mano,
Bueno, por si… tal experiencia
quisiera repetir,
obviando aquello ultimo que me toco a mí.
Un roce de labios…
Un nos vemos seductor…
Manos en bolsillos de ilusión…
jajaja, en la apariencia de la vida también he de vivir...
Maht/15-11-2007-23:00hrs.
Soy creador de tinieblas encantadas
dijo entre dientes…
¿Pero doctora como es…?
Schhh… Schhh…
No se altere, relajase,
cierre los ojos…
Su mano en mi pecho,
por debajo de…
Pero doc…
Schhh, Schhh,
La camisa se puso de acuerdo
con la terapia, no creerán esto,
pero;
¡Sola se desabrocho dos últimos botones!
Torso descubierto, humm, haber humm dijo,
tiene hermoso tórax,
sus manos recorrieron con agrado, gírese un poco,
dio unos apretones, y con más cariño presiono,
me solté,
y como cachorro nuevo me porte…
Su aliento, el perfume, las pausas,
labios carnosos, un deleite en mi boca,
no se, cuanto tiempo su prisión.
Para cuando abrí los ojos,
si seré,
su rostro era esplendor
mis manos a sus senos llevó, se acaricio,
le recorrí, nos palpamos con los ojos
sin obviar detalles del deshojo;
Aunque le miré,
en mi timidez no atinaba,
y el marchito corazón acelerado,
cuando el cinturón se desdoblo,
ella, ya estaba en posición…
Un calma no te inquietes, en susurro, musito
¡Y no había luna,
si recién el reloj decía que de la tarde eran las dos!
Sin costumbre de paciente,
me sentí incomodo cuando se subió…
¡Saben la camilla, espectacular, perfecta,
a su medida, no me cupo dudas, para ella lo mejor!
Si, parecía que parada estaba,
y yo perdido en su profundidad,
me sonreía, con su vaivén jugaba,
no lo podía creer;
Señoras, Señores, Presentes todos;
Que emoción,
Que fuerza,
Que pasión,
¡Inclemente de mi corazón!
¡Galopó!
¡Dioses míos galopaba de admirar
en cadencias sin igual!
juro, que en su ternura,
manos suyas mi corazón masajeaban,
y entre gemidos y galopes,
la tormenta de su amor se presentó,
rió, si, rió… de puro gozo,
su cabeza hacia delante,
pelo negro en cascada mi piel rozando,
perlas idas a lo indefinido,
silencio profundo,
un destape de gran suspiro que soltó,
fueron su confirmación…
Extasiado en tal visión, espiando cada gesto,
esperando sugerencia, le observaba yo.
No se… digo…,
algo que indicara
¿Y ahora que?,
presintió mi interrogante,
sin emitir sonido, se sonrió
¡Descaradamente, sin pensar en mi corazón!
Se acomodo otra vez en la montura,
en pausa, en trotes cortos,
como imaginando el gusto,
de montar tan buen corcel,
en suave, muy suave movimiento de riendas
se dejo envolver,
sus manos por detrás de la cabeza,
sus pechos mostrando la esbeltez,
¿Cuanto tiempo fue?
la verdad no se…
Sus ojos en fulgor,
su voz algo dijo del amor,
firme de la cincha se agarró,
y con ímpetu como espoleando equino campeón
a todo galope degustando campo las emprendió,
¿Mi corazón?,
¡Le daba igual!
Incontrolable en su gozar,
la boca fue su final,
tomada de mis labios
con dote magistral, ida la pasión,
suelto a su anchas el animal,
una ola de ternura me obsequió,
casi sin respirar,
extendido beso mi cuerpo entero recorrió,
¡Que energía!,
¡El pobre corazón que estallar quería,
placidamente latía!
ya no escuchaba los, tam, tam.
arropado de ambrosia,
en manto se sentía.
¡Que amoroso que sos, dijo…!
¡Que agradable tu esperar!...
Vamos, dame ahora tu opinión sincera,
debo salirme me tiritan las piernas.
¿Que te pareció?...
De verdad les digo, para que omitir detalle aquí…
No me tomes las manos como ronroneando, le pedí
Dedos su semblante demarcando,
y entre lomas, mi boca cima saboreando,
¡Humm, Divina, hummm Divina, ohhhhh Divina!
Entre suspiros le abrace, le apreté, con ganas,
que maravilla verte sentada,
ahora le dominaba,
se preparaba mi yo,
para finales estocadas…
Jajaja, jajaja
camilla se partió en dos
y de la impresión, en un giro, por evitar la caída,
y que tan adorable jinete se volteará,
una puntada en la espalda,
hizo acordarme de mi madre
que en niñez bien me tratara,
y se que no tiene nada que ver en esto,
pero lo que hasta entonces era duro y recto,
el dolor agudo, profundo, lo abatió sin contemplación
y resumido a la mínima expresión,
¡¡Con que ganas me dejó!!
¡Que vergüenza!
¡Que risa!
¡Que bochorno!
Sentada en el escritorio ya,
a carcajadas, la doctora en cueros
miraba con manos en su vientre…
Un no te preocupes y exclamo:
¡No tienes nada al corazón!
¡Y rió, por Dios, que risotadas
si al excusado tubo que partir!
Nosotras las mujeres, me gritaba,
somos así,
esto nos sucede siempre de tanto reír…
Volvió,
me besó mientras se vestía,
yo, también a mis anchas reí,
por atrás le recorrí,
le abrace y a su oído bien bajito musité;
Eso al principio quise decir;
“El paciente del corazón canceló su cita, lo oí en recepción”
dieciséis, cuarenta y cinco hrs.,marcaba el reloj…
Tarjeta le extendí,
como todo un caballero, en su mano,
Bueno, por si… tal experiencia
quisiera repetir,
obviando aquello ultimo que me toco a mí.
Un roce de labios…
Un nos vemos seductor…
Manos en bolsillos de ilusión…
jajaja, en la apariencia de la vida también he de vivir...
Maht/15-11-2007-23:00hrs.
Soy creador de tinieblas encantadas