"La gran felicidad realmente requiere coraje. Retener lo sencillo y lo claro y mirar hacia adelante dejando todo lo ocurrido hasta ese momento atrás, ese es el gran logro. Todo intento de regresar es una huída ante el peso de la felicidad. ¡Nada que ver eso de que la felicidad es simple! Requiere el máximo coraje porque en definitiva la gran felicidad sólo puede ser retenida como un regalo inmerecido por el cual no se puede ni se debe pagar precio alguno. Esa es la humildad inherente.
"Cuando esa felicidad se muestra algunos dicen: todavía tengo un problema que no ha sido totalmente solucionado. Se alejan de la felicidad que ya tienen. De esa manera la gran dicha queda destruida. Vuelve a ser pequeña y uno está nuevamente con la desdicha --y eso a la mayoría de las personas las hace dichosas. Porque para eso no es necesario hacer nada ya que viene sola, por así decirlo."
"Cuando esa felicidad se muestra algunos dicen: todavía tengo un problema que no ha sido totalmente solucionado. Se alejan de la felicidad que ya tienen. De esa manera la gran dicha queda destruida. Vuelve a ser pequeña y uno está nuevamente con la desdicha --y eso a la mayoría de las personas las hace dichosas. Porque para eso no es necesario hacer nada ya que viene sola, por así decirlo."
Bert Hellinger (2008). El manantial no tiene que preguntar por el camino. Buenos Aires: Alma Lepik.