Déjame entrar en el salón de tus sueños
y dibujar en sus paredes
el vuelo
de una mariposa entre las flores.
Déja que me tome tu mano
para no morir
como las frutas
en el suelo desprendidas de su árbol.
Déjame esparcir el polen
en tus fibras provincianas
y acariciar la luna
con los rayos del sol entre mis dedos.
Porque si el día
ha de ser un jardín de mil colores;
la noche, la fuente que lo riegue
con las aguas de tu cuerpo vertidas en mi almohada.
-Ignathius-
y dibujar en sus paredes
el vuelo
de una mariposa entre las flores.
Déja que me tome tu mano
para no morir
como las frutas
en el suelo desprendidas de su árbol.
Déjame esparcir el polen
en tus fibras provincianas
y acariciar la luna
con los rayos del sol entre mis dedos.
Porque si el día
ha de ser un jardín de mil colores;
la noche, la fuente que lo riegue
con las aguas de tu cuerpo vertidas en mi almohada.
-Ignathius-