Verso y vos, impasible y ecuánime nota de gozo entre avatares, miradas y sepia, espejo dulce y lejano. Tic tac, compás y señuelo. Columna de letras y abalorios. Arrullo, paloma y laberinto, multitudes de pasillos y celadas. ¿Y si no hubiera ido aquella tarde a esa plaza?¿Si me hubiera quedado en el silencio perpetuo de las sartenes y de las ollas o del atraso de los trenes mirando desde la ventanita gris de cualquier bar? siempre con la cucharita revolviendo el café y el pucho entre los labios.
Aún la veo inmensamente dulce con tu rostro de cenicienta, su bello corazón de ángel y siento todavía como sus manos me recorren y no se, me quedo quieto con los ojos cerrados y la lágrima cae y dibuja algún nuevo pasadizo, y la veo partir y perderse entre la calle, saludarme, decirme chau y cruzar la calle, buscar algún andén de una estación que se perdió entre la gente.
Aún la veo inmensamente dulce con tu rostro de cenicienta, su bello corazón de ángel y siento todavía como sus manos me recorren y no se, me quedo quieto con los ojos cerrados y la lágrima cae y dibuja algún nuevo pasadizo, y la veo partir y perderse entre la calle, saludarme, decirme chau y cruzar la calle, buscar algún andén de una estación que se perdió entre la gente.