Vertió su llanto un guerrero
que impotente y abatido
fue obligado a ser testigo
de como en dura batalla
cayó sin vida su hijo.
Lloró la viuda
lloró la madre
y le lloraron los hijos;
fue a partir de ese momento
cuando surgieron las aguas
del lago de los lamentos.
Llegó a la orilla del lago
un corazón mal herido
portaba un puñal clavado
y allí vertió su martirio.
Por sus orillas lloraba
un niño atemorizado
que a la ribera del lago
dejaron abandonado.
Cayeron en esas aguas
las lágrimas de un poeta
que no encontraba a su musa
y no escribía poemas.
Fueron llegando hasta el lago
multitudes de tristezas,
fueron creciendo sus aguas
con desconsuelos y penas.
Con las penas de un anciano
enfermo de soledades,
con las tristezas de un joven
aquejado de otros males.
Llegó un día hasta su orilla
desecha una joven madre
y lloró y lloró en el lago
como la lluvia en el campo,
y siguió y siguió llorando
hasta hacer salir las aguas
de los márgenes del lago.
que impotente y abatido
fue obligado a ser testigo
de como en dura batalla
cayó sin vida su hijo.
Lloró la viuda
lloró la madre
y le lloraron los hijos;
fue a partir de ese momento
cuando surgieron las aguas
del lago de los lamentos.
Llegó a la orilla del lago
un corazón mal herido
portaba un puñal clavado
y allí vertió su martirio.
Por sus orillas lloraba
un niño atemorizado
que a la ribera del lago
dejaron abandonado.
Cayeron en esas aguas
las lágrimas de un poeta
que no encontraba a su musa
y no escribía poemas.
Fueron llegando hasta el lago
multitudes de tristezas,
fueron creciendo sus aguas
con desconsuelos y penas.
Con las penas de un anciano
enfermo de soledades,
con las tristezas de un joven
aquejado de otros males.
Llegó un día hasta su orilla
desecha una joven madre
y lloró y lloró en el lago
como la lluvia en el campo,
y siguió y siguió llorando
hasta hacer salir las aguas
de los márgenes del lago.