¿Qué crees que eres tú en este mare magnum de preguntas?

NOSOTROS, LOS CAMINANTES



Qué es la noche, sino la manta
que se ofrece
en el sendero;
sus dibujos
los sueños,
laberintos
de pasos vacilantes.

Qué es el día, sino el espejo
delator
de los rostros
del furtivo
tormento;
sombría página
de un libro de oro.

Qué es la vida, sino en lo alto
la nube
impredecible;
tímida gota
de cristal
entre la espuma
de un mar delirante.

Qué es la muerte, sino del campo
la hierba
doncella;
lágrima que socava
más profundo
que la lluvia
las entrañas de la tierra.

¿Y tú?... Sino en las desoladas
veredas
del camino,
el palpitante lugar;
generosidad
que venida del tiempo
desconozco...

Porque la noche es corta
e inconclusos
los sueños;
el día,
breve pausa
en el tránsito
hacia el olvido.

Porque entre la curva calidez
de la vida
y la recta frialdad
de la muerte,
nosotros,
los caminantes,
tan sólo fechas de un apremiante destino.

Amén

el tránsito al olvido inmersos en un apremiante destino

la pregunta sería ¿por qué apremiamos destinos si nos espera la muerte? o ¿hay algo en lo más profundo que, aún sabiéndo de tanta vanidad, nos hacer seguir como hacen estas hormigas aparentemente inmersas en una realidad trepidante?

y si hay algo ¿tiene nombre? ¿es material?

y lo más terrible ¿es la vida un objeto manipulado por una fuerza esclavista que nos hace a todos y a todo parte de una sola necesidad? ¿perpetuarse tal vez?
¿somos en realidad como esos mismos insectos, pero dotados de una inteligencia que solo nos tortura ofuscando la realidad, pero no nos hace trascendentes, mejores ni peores que a aquellas hormigas?

Me gustó, mucho...

Y por cada camino,
nos sorprenda,
el día
o la noche frívola...
ahí, con frágil atino,
late esa presencia
pintando incluso
la muerte de vida.

Un abrazo

¿Yo? ¿que soy yo? nada más una media cáscara de nuez tratando de no ahogarse. Soy el viajero que huye, que no llora, que no ruega, que se echo a morir

ajá, entonces es eso

poca, poquita cosa, tal vez...
la gotita de agua, o...
el pequeñísimo granito de arena...

y bello y sensible tu poema, Carlito

Me gusto.