por Invitado Miér Ene 16, 2013 6:11 pm
En la vida hay cosas que pareciera que nunca se alcanzan y que la existencia de un tesoro oculto ahogase el corazón. Un abrazo como bien menciona Viviana traerá un enorme alivio y quizás la cura, mas no existe una medicina concreta que pueda aplicarse a nivel universal. En la vida solemos manejarnos bajo dos parámetros fundamentales según lo entiendo, el deseo y la necesidad, a veces van de la mano, otras se confunden como un mismo objeto y otras son totalmente opuestos. Es ahí donde hay que tener especial cuidado a mi parecer, en saber reconocer las diferncias. Todos tenemos experiencias de vida, conocimientos, sentimientos, pensamientos , deseos y necesidades diferentes, aunque en algunas similares, en otras no. Entonces en un sentimiento para encontrar su causa se busca en el recuerdo, esos recuerdos nos conducen a momentos vividos y esos momentos, analizados dentro de la calma, comenzarán a direccionarnos hacia al objeto de la búsqueda. Puede que en principio nos de un poco de temor, escarbar sobre los momentos que produjeron tristeza no es agradable y querramos no asumir lo que vemos, que lo tratemos de dibujar o adornar de algún modo, ya que nos encontraremos con nuestra realidad y no siempre es agradable, pero debemos saber que los resultados terminarán siendo mas agradable de lo uno imaginaría. Veremos la realidad de frente hasta que los temores se hayan extinguido, sin que exista interferencia alguna, hasta que encontraremos lo que somos mas allá de lo que pensamos, de lo que sentimos, o de lo que digan que somos. Nos observaremos cuidadosamente, hasta entender que necesitamos, comenzaremos a comprender si eso que creíamos una necesidad casi fundamental para nuestra vida, en realidad no era mas que un deseo. Y cuidado, esto no significa que hayamos estado accionando erroneamente, ya que todo nos dirige a un mismo sentido a través de sus infinitas sendas, la comprensión de la vida.
Cuando uno comprende es feliz sin interezar si los deseos o las necesidades aún no han sido alcanzados, porque comprende como deben ser los próximos pasos que aún faltan dar, cuando se comprende, el temor se desvanece porque nada queda oculto. En pocas palabras es mas o menos la idea de como entiendo un camino a la cura. Uno puede encontrar los caminos, la cura se produce en el tránsito.
En relación a tu poema Elena, sigo pensando lo de siempre, sin ser diestro opinólogo de este arte.
Para mi modo de leer o comprender, contienen una belleza extraordinaria, sabe expresar muchísimo, con sentimiento y además tienen ese toque tan especial, gratificante, que nos llevan a reflexionar sobre la vida misma. Yo le agradezco por la simple razón de poder conocerla por este medio, de corazón lo digo.