Calor, tus brazos desprenden calor y frío a la vez,
tus besos, los siento pero no los siento,
y tu cuerpo, tu cuerpo está conmigo, pero a la vez tan lejos,
tu aliento en forma de brisa fresca se vuelve en ocasiones espeso.
Tus ojos, me mantienen vivo, pero algo muerto,
¡¿te sorprendes?!, si algo muerto,
porque se desvanece con tu mirada que ya no me mira
y busca otras miradas, mientras, la mía,
la sometes al exilio y ya no me miras.
¡Y estás tan cerca!, pero, ¡a la vez tan distante1
¡y estás tan presente!, pero, ¡a la vez tan ausente!
estás pero no estás, ¿donde estás?
te veo, pero, no te veo, y sigues sin mirarme,
y sigues buscando otras miradas, y ya no me miras.
Se vuelve todo tan confuso y tan claro a la vez,
quizás, no quiera comprender que ya tu cabello;
ese que cuando juega con el viento
se enreda en tu rostro y yo lo libero con mis dedos;
quiere que lo libre otro dedos, de otras manos,
de otro ser, de otro cuerpo.
¡Y estás tan ausente!, pero, ¡a la vez tan ausente!
Y estás pero no estás, y ya no me miras.
Jesús J.J.L
tus besos, los siento pero no los siento,
y tu cuerpo, tu cuerpo está conmigo, pero a la vez tan lejos,
tu aliento en forma de brisa fresca se vuelve en ocasiones espeso.
Tus ojos, me mantienen vivo, pero algo muerto,
¡¿te sorprendes?!, si algo muerto,
porque se desvanece con tu mirada que ya no me mira
y busca otras miradas, mientras, la mía,
la sometes al exilio y ya no me miras.
¡Y estás tan cerca!, pero, ¡a la vez tan distante1
¡y estás tan presente!, pero, ¡a la vez tan ausente!
estás pero no estás, ¿donde estás?
te veo, pero, no te veo, y sigues sin mirarme,
y sigues buscando otras miradas, y ya no me miras.
Se vuelve todo tan confuso y tan claro a la vez,
quizás, no quiera comprender que ya tu cabello;
ese que cuando juega con el viento
se enreda en tu rostro y yo lo libero con mis dedos;
quiere que lo libre otro dedos, de otras manos,
de otro ser, de otro cuerpo.
¡Y estás tan ausente!, pero, ¡a la vez tan ausente!
Y estás pero no estás, y ya no me miras.
Jesús J.J.L