y los he paladeado poco a poco...
lleva en ella la dulzura del beso y la caricia,
y la acidez de la daga a mansalva clavada
en el fondo del alma,
antes siempre confiada
y ahora siempre algo esquiva...
guarda también en ella
lo salado del llanto derramado,
y un dejo de amargura
de varias promesas incumplidas.
Se me mezclan en ella los sabores
de agua de manantial pura y sincera
como son las palabras del amigo,
o el veneno de áquel que a mis espaldas
blasfema y me traiciona en forma impía.
La Luna sabe a todo... y sabe a nada
sabe a vida,
a noches de desvelo,
a amaneceres rotos,
a esperanzas fallidas
y a un cúmulo de sueños
que yo ofrezco,
esperando que el mar
me los reciba....