por Invitado Sáb Ene 12, 2013 2:24 am
Bueno, conozco a Enrique desde el año 1997, es divulgador de misterios desde los años 70s y sinceramente hasta hoy no lo he pillado en una burda estafa, el me comentaba como le autorizaron para asistir a uno de esos nombramientos, si es cierto que habían cosas que le advirtieron que era mejor no contarlas y así lo ha hecho y no ha contado nada a nivel de programas de misterios, ni en revistas como la que el dirige Año Cero, simplemente se lo cuenta a personas de confianza y siempre que se interesen por preguntarle, no es que el lo vaya pregonando "a golpe de oreja".
En ningún momento dije que el había contado lo que vivió en aquel nombramiento a nivel publico, solamente dije su nombre como referencia. Siempre desde niño me ha interesado el tema Templario, hasta tal punto que creo que no me falta ni un libro que hable de los templarios, incluso me he tomado la molestia de comprar libros editados solamente en Inglés y gastarme un pastón en traducirlos, ya que mi inglés es bastante limitado, una vez hablando con Enrique en una conferencia sobre otros temas, le comenté sobre mi curiosidad a cerca de Los Templarios, entonces me dijo que si no me importaba tomábamos un café después de la conferencia y entonces me lo contó, cierto es que habían cosas que no me contó y como ves, los buenos amigos que saben guardar discreción a cerca de lo que un Amigo cuenta, yo, tampoco he contado nada de lo que el me contó, simplemente he dicho que llegó a ser testigo de un nombramiento, lo demás que he dicho y quiero que quede claro por aquí, es fruto de tantos años de pasión leyendo sobre Los Templarios y algunas anécdota del paso de los Templarios por mi tierra, algunas, no todas, porque si mucha gente se entera de muchos rastros que existen serían destruidos y manipulados, pero te puedo decir que en Tenerife, mi tierra, hay pasadizos subterráneos bajo tierra de kilómetros de largo, incluso debajo de Iglesias, pero eso solo lo sabemos muy poca gente, que hemos ido en busca del misterio Templario en Tenerife. Posteriormente esos pasadizos fueron usados también por los Masones, muy cercanos a los Templarios, incluso, después de creerse desaparecida la Orden.