Inquietos sueños tu aliento agita
al descorrerse el virginal velo.
Tiemblan tus labios, palidecidos;
gime tu boca, gimen tus senos.
Mi ardiente brisa vuelco en tu boca.
Eros susurra dentro, en mi vida,
cuando en la noche giran los vientos,
¡bésame, amor, que ya eres mía!
No te retengas, mi dulce amada;
mira mis ojos, no te sonrojes.
Tú eres perfume, que embriaga mi alma
cuando en la sombra duerme la noche.
Gime tu boca. Quiero tus senos.
tiemblan tus labios, palidecidos.
Tus manos suaves besan mi cuerpo.
Tu boca canta nuestro destino.
al descorrerse el virginal velo.
Tiemblan tus labios, palidecidos;
gime tu boca, gimen tus senos.
Mi ardiente brisa vuelco en tu boca.
Eros susurra dentro, en mi vida,
cuando en la noche giran los vientos,
¡bésame, amor, que ya eres mía!
No te retengas, mi dulce amada;
mira mis ojos, no te sonrojes.
Tú eres perfume, que embriaga mi alma
cuando en la sombra duerme la noche.
Gime tu boca. Quiero tus senos.
tiemblan tus labios, palidecidos.
Tus manos suaves besan mi cuerpo.
Tu boca canta nuestro destino.
Carlos Alberto Quaglia
Un poco de romanticismo y sensuales aromas, para entibiar aún más esta noche de primavera... espero que les guste.