Comparto una síntesis personal del análisis de lo que el argentino Alfredo Moffatt llama "la cultura del tango", entendiendo este fenómeno como un conjunto de valores, estrategias y símbolos que expresaron los suburbios de Buenos Aires hacia principios del siglo pasado.
En especial, para Ele.
En especial, para Ele.
- La interpretación psicológica del ”fenómeno tango” es que la situación de pérdida de la pareja, el tema central del relato tanguero, se refiere a la pérdida del lugar de origen (Europa): la ”mina” que se va, simboliza esta pérdida. Una tentativa de elaboración de la pérdida masiva del desterrado de su habitat de origen, fue realizada por la generación siguiente y esta elaboración es el tango.
- Según el modelo analítico jungiano, la figura femenina (ánima) en el hombre (y la masculina en la mujer) representan, cuando son idealizados y convertidos en objetos internos, a lo que él llama el “self”, que define como el sentimiento de identidad (emplea también la palabra ”alma”). Como toda inmigración trae problemas de identidad y como la situación de explotación social a la que se sometía a los inmigrantes conducía a la pobreza y a la destrucción familiar, nosotros pensamos que, dada la ecuación " figura femenina = self = habitat de origen", habría una relación evidente entre ”la mina que se pianta” y la trama psicológica fundamenta! de esas generaciones de inmigrantes (1880-1900 y 1900-1920) que vinieron con la promesa del gobierno argentino de ”manos para la tierra” y se encontraron con que esa misma oligarquía les impedía el acceso a la tierra y los obligaba a hacinarse en conventillos.
- También las posibilidades de ruptura traumática por el abandono de una mujer eran mayores dadas las condiciones en que vivían. Este abandono desencadena la elaboración del otro duelo, más antiguo (en general trasmitido sin resolver por la generación anterior) que es el tema del otro abandono, la otra pérdida, la de la patria, de la juventud allá en España o en el pequeño pueblo de Italia. Este otro duelo tiene características masivas y se elabora parcialmente sin poder superarlo, terminando la filosofía tanguera por caer en un fatalismo sólo suavizado por una ”secreta esperanza” de retorno final del objeto amado (pareja y lugar de nacimiento) donde todo sea como antes.
- Al prevalecer por sobre la mujer real, la mujer como objeto interno, psicológico, debido a la ruptura del vínculo, además de producir ansiedades de pérdida, adquiere también ansiedades persecutorias pues el abandono es vivido como traición y transforma al objeto amado en objeto odiado malo, además de idealizado, al introyectarse, conduce a un duelo traumático y difícil de elaborar. Al producirse la situación triangular conformada por él (el que relata) la mujer y el tercero, que se la lleva, el hombre abandonado incorpora a un cuarto (el tercero de él) con el que establece un vínculo a través de contarle, confesarle lo que sucedió (la traición de ella). De modo que el modelo de estructura vincular básica de la elaboración tanguera es en realidad un cuadrilátero, pues incorpora al vínculo original de dos, a un tercero que es con quien ”traiciona”, pero él, a través de ”confesarle” su drama a otro, al amigo (la barra, el mozo, el vigilante, etc.) incorpora un cuarto personaje, infaltable en las letras de tango (que actuaría como un Tercero de él). Quedará así configurada una situación triangular especialísima en la que habrá, en última instancia, una mina traidora, él y un terceroa quien él le cuenta sus penas.
- El rival persecutorio es de este modo sustituído por una figura de hombre receptiva, pasiva, que lo escucha confesarse. Por eso, casi se puede decir que el vínculo más importante del tango es el que se establece entre quien canta y quien escucha. Lo paradojal de todo esto es que el nuevo vínculo emotivo se establece a partirde la pérdida del otro (de la mujer).
En síntesis, sería una técnica de llorar soledades juntos y, con esto, mitigar la soledad.