(entre una brazada y una patada)
Sobre la superficie del agua, tenue
la piel saeta persiste. Si es en el pliegue
donde su sed sucede, será en la sima
donde transparencia se sacie seda.
Besa eco al cielo, roe aúllo cristal doliente
su cauce bermejo y rosa lo difumina ardor
entre los labios por permanecer ondina
en el firmamento que impasible desvelo,
sereno desafía cualquier indicio de movimiento