Los alisos escuchan las palabras de los hombres.
Los sauces invocan nostalgias deseadas.
Los fresnos un día fueron hadas
Los acebos tienen alma.
Los robles inspiran al humilde y al pobre.
Los árgomas levantan la espada.
Los avellanos humildes
Los abetos la dignidad
Los abedules la nobleza.
Los brezos consuelan.
Los álamos sufren y resisten.
Los ligustros no contestan.
Los olivos la sabiduría.
Los pinos la sencillez.
Los encinos la fuerza.
Aquí en blanco, verde y oro brillo:
¡Injertadme a Ella!
Los sauces invocan nostalgias deseadas.
Los fresnos un día fueron hadas
Los acebos tienen alma.
Los robles inspiran al humilde y al pobre.
Los árgomas levantan la espada.
Los avellanos humildes
Los abetos la dignidad
Los abedules la nobleza.
Los brezos consuelan.
Los álamos sufren y resisten.
Los ligustros no contestan.
Los olivos la sabiduría.
Los pinos la sencillez.
Los encinos la fuerza.
Aquí en blanco, verde y oro brillo:
¡Injertadme a Ella!