Suavidad permanente en el verbo
sutileza latente en el versar
sonrisas que me acompañan
-siempre-
desde que tenerte
se volvió
cotidaniedad
Suspiros que escapan
y son aliciente
pensamientos fugitivos
de mi racionalidad
gritas diciendo
-presente-
promulgas promesas
de no faltarme
-jamás-
Y en la ausencia de
mi noche tranquila
donde los claroscuros
son inequivocos recodos
del descansar
te asomas silente
insinuas quererme
dibujas sonrisas
en mi soledad
Te conviertes en cómplice
de mi alma cautiva
dejando patente
la necesidad,
de tenerte,
quererte,
y sentirte
sin dejar de
quererte
-en mi vida-
por siempre.
(Gracias por todo lo que me das)
sutileza latente en el versar
sonrisas que me acompañan
-siempre-
desde que tenerte
se volvió
cotidaniedad
Suspiros que escapan
y son aliciente
pensamientos fugitivos
de mi racionalidad
gritas diciendo
-presente-
promulgas promesas
de no faltarme
-jamás-
Y en la ausencia de
mi noche tranquila
donde los claroscuros
son inequivocos recodos
del descansar
te asomas silente
insinuas quererme
dibujas sonrisas
en mi soledad
Te conviertes en cómplice
de mi alma cautiva
dejando patente
la necesidad,
de tenerte,
quererte,
y sentirte
sin dejar de
quererte
-en mi vida-
por siempre.
(Gracias por todo lo que me das)