Señor:
¿Y ahora qué hacemos con
los infortunios de los ilícitos?
¿Nos los bebemos en copas
de cristal siglo XVIII?
¿O los dejamos germinar
en la ballesta de un vikingo?
Señor...
Dígame usted (si es tan considerado)
Un nacionalista servido con cava catalán...
¿Es una estrategia militar ilírica?
¿O un Mi menor marchito?
Nos deja un deje de tranvía neocentista,
una sonrisa de falsete
y un clarinete
atascado por la nostalgia.
Señor Rajoy:
¿Por qué se empeñan en bajarle del tren?
¿No les gusta que le guste el almuerzo con claveles?
¿O no puede evitar ser usted más de lo mismo?
¿Y ahora qué hacemos con
los infortunios de los ilícitos?
¿Nos los bebemos en copas
de cristal siglo XVIII?
¿O los dejamos germinar
en la ballesta de un vikingo?
Señor...
Dígame usted (si es tan considerado)
Un nacionalista servido con cava catalán...
¿Es una estrategia militar ilírica?
¿O un Mi menor marchito?
Nos deja un deje de tranvía neocentista,
una sonrisa de falsete
y un clarinete
atascado por la nostalgia.
Señor Rajoy:
¿Por qué se empeñan en bajarle del tren?
¿No les gusta que le guste el almuerzo con claveles?
¿O no puede evitar ser usted más de lo mismo?
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con todo el respeto, para Mordechai, el poeta surrealista que levanta pasiones