Los instintos animales se entrelazan flagelantes,
manejando cual veleta sin destino a los amantes;
el frenético danzar de sus cuerpos impacientes,
mimetiza los colores de su alma y piel ardientes;
las bocas se desquician explorando geografías,
recorriendo los senderos hacia tierras prohibidas,
las manos inconscientes arañándose vehementes,
provocan que el silencio en violenta voz reviente;
de la cama a los placeres que les brindan las paredes,
a ese mar de tentaciones que les ata con sus redes,
se toman de su carne, su cabello y sus pecados,
bebiendo del sudor de sus placeres liberados,
arrastrándose en el suelo de los calidos infiernos,
Condenándose por siempre a vivir amando eternos.
manejando cual veleta sin destino a los amantes;
el frenético danzar de sus cuerpos impacientes,
mimetiza los colores de su alma y piel ardientes;
las bocas se desquician explorando geografías,
recorriendo los senderos hacia tierras prohibidas,
las manos inconscientes arañándose vehementes,
provocan que el silencio en violenta voz reviente;
de la cama a los placeres que les brindan las paredes,
a ese mar de tentaciones que les ata con sus redes,
se toman de su carne, su cabello y sus pecados,
bebiendo del sudor de sus placeres liberados,
arrastrándose en el suelo de los calidos infiernos,
Condenándose por siempre a vivir amando eternos.