A veces, en mis silentes sueños,
Me veo solo en medio de mis miedos,
En estériles y mudos desempeños,
De grotescos y artífices remedos.
Me detengo y me cuestiono, me detesto,
Me atormentan inquietantes realidades,
Desafiando en su lid casualidades,
De ir y venir, de dialogar funesto.
Me miro al espejo, el que no miente,
El que escupe realidad hiriente,
Me miro desnudo, sin tapujos,
Sin el falso ataviar de insulsos lujos.
Ansioso de anhelada involución,
Sabedor de necesaria introspección,
Que grita, que reclama, desespera,
Que en tesón y fijación esmera.
Larva interna de fugaz quimera,
Que crece, que quema, que revienta,
Cuyas contenidas alas acrecienta,
Invadiendo, llenando el alma entera.
Colores nuevos de naciente plenitud,
Que estallan, que reinventan,
Que de nuevos bríos alimentan,
Brillos renovados de actitud,
Flujos de vida que amamantan,
Que inyectan de futuro, que levantan.
Me veo solo en medio de mis miedos,
En estériles y mudos desempeños,
De grotescos y artífices remedos.
Me detengo y me cuestiono, me detesto,
Me atormentan inquietantes realidades,
Desafiando en su lid casualidades,
De ir y venir, de dialogar funesto.
Me miro al espejo, el que no miente,
El que escupe realidad hiriente,
Me miro desnudo, sin tapujos,
Sin el falso ataviar de insulsos lujos.
Ansioso de anhelada involución,
Sabedor de necesaria introspección,
Que grita, que reclama, desespera,
Que en tesón y fijación esmera.
Larva interna de fugaz quimera,
Que crece, que quema, que revienta,
Cuyas contenidas alas acrecienta,
Invadiendo, llenando el alma entera.
Colores nuevos de naciente plenitud,
Que estallan, que reinventan,
Que de nuevos bríos alimentan,
Brillos renovados de actitud,
Flujos de vida que amamantan,
Que inyectan de futuro, que levantan.