Lienzo de loco pintor enardecido,
De pinceles irascibles, de ira contenidos,
Que arremeten de colores engreídos.
Criatura de teflón de labios olvidados,
De cuerpo mitigado en cien candados,
De mirar desorbitado de manos dialogantes,
Que se muestran frescas y arrogantes.
Alma libre cual espuma desatada,
Mente estéril por la luz atormentada,
Que murmulla, que grita, que solloza,
Que de simples inquietudes goza.
Personaje nuestro de la vida cotidiana,
Que amedrenta al cuerdo transitar de la mañana,
De vestir desalineado, de la noche acongojado,
De tan solo pocos en bondades alojado.
Ser ufano del andar despreocupado,
Al acuerdo mutuo de amistades adaptado,
Más en otro rubro singular desadaptado,
Cual inhumano de existir y pies atado.
Inocencia infantil de adulto incomprendido,
Demencia por factores de la vida mal habida,
Enfermedad o salvación quizá adquirida,
Mas al costo del mas dulce y cruel olvido.
Alma libre y encerrada en las miradas,
Que se burlan, se enternecen, que apuñalan,
Alma en paz con las vidas amargadas,
Que se mofan, desentienden, que señalan.