Ya sin alma
se ha quedado mi loba
mi pena ardiente
mi navaja terciopelo
Se me ha perdido su cuerpo
como la viuda negra
en la multitud inmensa
Y yo
que camino al acecho
que me sale fuego por los zapatos
de tanto caminar
que mis últimos autobuses
pasan como fantasmas
Yo te nombro
Santa María
Te llevo en silencio
Excéntrica y azul
bendita tú eres
por las calles vacías
Eres la bestia
que no alcanza la luna
Eres la loca que yira
entre todas las mujeres
Yo te nombro
Santa María
Loba de tus hijos marginales
Lleva nuestras vidas
a tu abismo blanco.