Coleccionista de epifanías por instantes, como suelo ser,
indago, desierto adentro, cuál es el precio del mañana.
Y así fue como degustando la belleza de la noche,
con jazz y media luz como ambiente,
fui sitiada por el abrazo del caos.
No es un acto fortuito.
Me cuestiono cuál es la zona más oscura de tus silencios.
Navego un océano cósmico,
tratando de averiguar cuál es esa parte más silente de tus claroscuros.
Una única certeza me habita, no obstante:
eres un ejercicio de lo imposible.
Me quedo
indago, desierto adentro, cuál es el precio del mañana.
Y así fue como degustando la belleza de la noche,
con jazz y media luz como ambiente,
fui sitiada por el abrazo del caos.
No es un acto fortuito.
Me cuestiono cuál es la zona más oscura de tus silencios.
Navego un océano cósmico,
tratando de averiguar cuál es esa parte más silente de tus claroscuros.
Una única certeza me habita, no obstante:
eres un ejercicio de lo imposible.
Me quedo