De las profundas simas
donde la luz es mera quimera,
donde formas calcáreas
se extienden por el suelo
como alfombras pétreas.
Vengo de allá, donde el sol no penetra,
de donde no crece vida,
de donde el mutismo reina.
De un mundo aletargado por la eternidad,
de un cielo de carámbanos colgados
como mudos, diminutos campanarios.
Vengo..., de la frialdad,
de laberintos helados,
de silencios congelados,
vengo, de la soledad.
donde la luz es mera quimera,
donde formas calcáreas
se extienden por el suelo
como alfombras pétreas.
Vengo de allá, donde el sol no penetra,
de donde no crece vida,
de donde el mutismo reina.
De un mundo aletargado por la eternidad,
de un cielo de carámbanos colgados
como mudos, diminutos campanarios.
Vengo..., de la frialdad,
de laberintos helados,
de silencios congelados,
vengo, de la soledad.