EL DESEO DE HOY
Deseo el desgarre
de mi piel
por los besos de tus uñas
para que tus dedos salpiquen
rojo bermellón
entre el naranja amanecido,
saturado de amores,
saturado de besos
entre secretos de carroña.
Cansado de huesos rotos
por labios de carmín
que renacen conocidas
canciones de amor
entre crujidos de sombras
que hunden mi espalda
en la tumba profanada
de tiempos pasados.
Deseo el borde de tus dientes
sin palabras,
sin versos,
sin aire,
que comprima las cuatro paredes
de nuestro encuentro
en la puerta que encierra
muertos buscando libertad.
Déjame desear la nada
de los hilos de la ropa
que acarician tus flores,
prohibidas y delirantes
sumidas en lo marmóreo
de su propia tumba.
Deseo el desgarre
de mi piel
por los besos de tus uñas
para que tus dedos salpiquen
rojo bermellón
entre el naranja amanecido,
saturado de amores,
saturado de besos
entre secretos de carroña.
Cansado de huesos rotos
por labios de carmín
que renacen conocidas
canciones de amor
entre crujidos de sombras
que hunden mi espalda
en la tumba profanada
de tiempos pasados.
Deseo el borde de tus dientes
sin palabras,
sin versos,
sin aire,
que comprima las cuatro paredes
de nuestro encuentro
en la puerta que encierra
muertos buscando libertad.
Déjame desear la nada
de los hilos de la ropa
que acarician tus flores,
prohibidas y delirantes
sumidas en lo marmóreo
de su propia tumba.