Desde la tersura de tu susurro me traslado
al Sueño indisoluble que ha quedado anclado
a un metro de tu ansiosa chispa,
y de mi boca;
en la sorpresiva suavidad de lo que callas,
en el silencio más fiel en que se atisba
un corazón de caramelo y miel;
aflora
la tímida sonrisa dedicada
y el arrebol más pícaro y deseado
que te inunda y a la vez
se pierde en tus ojos
que se comen mi horizonte...
Mientras camino en la orilla de las horas
al tiempo voy refrescando con mis caricias
y tú recubres el momento
lleno de albricias.
al Sueño indisoluble que ha quedado anclado
a un metro de tu ansiosa chispa,
y de mi boca;
en la sorpresiva suavidad de lo que callas,
en el silencio más fiel en que se atisba
un corazón de caramelo y miel;
aflora
la tímida sonrisa dedicada
y el arrebol más pícaro y deseado
que te inunda y a la vez
se pierde en tus ojos
que se comen mi horizonte...
Mientras camino en la orilla de las horas
al tiempo voy refrescando con mis caricias
y tú recubres el momento
lleno de albricias.