En cierta ocasión un hombre de ciudad llevó a su hijo de 5 años a pasear por el campo.
El niño se maravillaba de tantos descubrimientos que el contacto con la naturaleza le proporcionaba.
En un momento en que se detuvieron para descansar, el niño, que iba correteando por doquier, descubrió una cueva.
-Papá ven, corre. ¡Mira que agujero tan grande tiene esta montaña!
De repente, se asustó súbitamente al oír una voz que venia de aquel agujero, repitiendo:
-Papá ven, corre. ¡Mira que agujero tan grande tiene esta montaña!
Sobresaltado, fue corriendo a refugiarse a los brazos de su padre.
- Papá, ¿qué es eso? ¿quien está ahí escondido?
Tras sosegarle, el padre le tomó de la mano y se acercaron juntos a la boca de la cueva.
- "Tranquilo -dijo el padre- dile algo, venga, no temas, papá está aquí contigo, háblale".
El niño, todavía temeroso y sin soltar la mano de su padre empezó a gritar:
- ¡Tonto! ¡Estúpido! ¡Idiota!
La voz le respondía:
- ¡Tonto! ¡Estúpido! ¡Idiota!
Se apretó fuertemente contra su padre y le volvió a preguntar:
- Papá, ¿qué es eso?, ¿quien está ahí escondido?
El padre, entonces, se agachó y le dijo muy bajito:
- Dile cosas bonitas, venga, ánimo, ya verás.
El niño empezó a decir:
- ¡Hola! ¿Estás ahí? Eres un gran tipo y estoy contento de hablar contigo.
La voz le respondió:
- ¡Hola! ¿Estás ahí? Eres un gran tipo y estoy contento de hablar contigo.
El niño se iba sintiendo más confiado y soltándose de su padre empezó a decirle cosas divertidas al agujero y la voz le contestaba de la misma manera. Entusiasmado le preguntó de nuevo a su padre:
- Papá, ¿quién es?
A lo que su padre respondió:
- Es la vida, hijo mío, de la manera que tu le llamas te responde.
Autor: Desconocido
El niño se maravillaba de tantos descubrimientos que el contacto con la naturaleza le proporcionaba.
En un momento en que se detuvieron para descansar, el niño, que iba correteando por doquier, descubrió una cueva.
-Papá ven, corre. ¡Mira que agujero tan grande tiene esta montaña!
De repente, se asustó súbitamente al oír una voz que venia de aquel agujero, repitiendo:
-Papá ven, corre. ¡Mira que agujero tan grande tiene esta montaña!
Sobresaltado, fue corriendo a refugiarse a los brazos de su padre.
- Papá, ¿qué es eso? ¿quien está ahí escondido?
Tras sosegarle, el padre le tomó de la mano y se acercaron juntos a la boca de la cueva.
- "Tranquilo -dijo el padre- dile algo, venga, no temas, papá está aquí contigo, háblale".
El niño, todavía temeroso y sin soltar la mano de su padre empezó a gritar:
- ¡Tonto! ¡Estúpido! ¡Idiota!
La voz le respondía:
- ¡Tonto! ¡Estúpido! ¡Idiota!
Se apretó fuertemente contra su padre y le volvió a preguntar:
- Papá, ¿qué es eso?, ¿quien está ahí escondido?
El padre, entonces, se agachó y le dijo muy bajito:
- Dile cosas bonitas, venga, ánimo, ya verás.
El niño empezó a decir:
- ¡Hola! ¿Estás ahí? Eres un gran tipo y estoy contento de hablar contigo.
La voz le respondió:
- ¡Hola! ¿Estás ahí? Eres un gran tipo y estoy contento de hablar contigo.
El niño se iba sintiendo más confiado y soltándose de su padre empezó a decirle cosas divertidas al agujero y la voz le contestaba de la misma manera. Entusiasmado le preguntó de nuevo a su padre:
- Papá, ¿quién es?
A lo que su padre respondió:
- Es la vida, hijo mío, de la manera que tu le llamas te responde.
Autor: Desconocido