LA DANZA DE LOS VAMPIROS
Atrapados en la ciega magnitud
de la noche,
viven un sueño
ya no extraño a los ojos,
en medio de luces
que no hieren
ni separan,
abrasadoras caricias
para mí
que conozco
del frío de sus manos...
Inevitable y crudo transcurrir
de un siempre
doncel episodio,
generoso
en citas
de negras lontananzas...
Por el que desborda
la copa
que habrá de llenarse
de nuevo,
no más frívola
que el cielo
y no menos profunda
que ese mar de aguas rojas.
Único alimento
esperando irrumpir
en cuerpos de pálida y alargada sombra.
-Ignathius-
Atrapados en la ciega magnitud
de la noche,
viven un sueño
ya no extraño a los ojos,
en medio de luces
que no hieren
ni separan,
abrasadoras caricias
para mí
que conozco
del frío de sus manos...
Inevitable y crudo transcurrir
de un siempre
doncel episodio,
generoso
en citas
de negras lontananzas...
Por el que desborda
la copa
que habrá de llenarse
de nuevo,
no más frívola
que el cielo
y no menos profunda
que ese mar de aguas rojas.
Único alimento
esperando irrumpir
en cuerpos de pálida y alargada sombra.
-Ignathius-