Los senderos del destino
nos trajeron de nuevo
a tan ansiado lugar.
Aflora a nuestros ojos
como agua de vida nueva,
como río que fluye
y acaricia aquellas piedras
que habremos de sortear.
No hay temor en la mirada,
en ella brilla el júbilo
y la pasión…
La solidez y osadía
de un acero templado
en los fuegos de un sueño
que nunca murió.
Es precario el futuro,
pero la meta es cierta.
La batalla será ardua…
Más ya podemos degustar
la dulzura de la misión
cumplida…
Letra compartida con Verónica en nuestro primer día de la universidad. Sepan disculpar la falta de profesionalidad en las letras pero les aseguro que fue escrita con el corazón colmado de regocijo y de esperanza, ante este nuevo camino que se abre a nuestros ojos...
nos trajeron de nuevo
a tan ansiado lugar.
Aflora a nuestros ojos
como agua de vida nueva,
como río que fluye
y acaricia aquellas piedras
que habremos de sortear.
No hay temor en la mirada,
en ella brilla el júbilo
y la pasión…
La solidez y osadía
de un acero templado
en los fuegos de un sueño
que nunca murió.
Es precario el futuro,
pero la meta es cierta.
La batalla será ardua…
Más ya podemos degustar
la dulzura de la misión
cumplida…
Letra compartida con Verónica en nuestro primer día de la universidad. Sepan disculpar la falta de profesionalidad en las letras pero les aseguro que fue escrita con el corazón colmado de regocijo y de esperanza, ante este nuevo camino que se abre a nuestros ojos...