La joven que hablaba todas las lenguas...
El pueblo de Tabasco celebra con una ceremonia la entrega de presentes a Hernan Cortés, conductor de los extranjeros blancos que atemorizan a las poblaciones de la región con sus extraordinarios animales, y sus armas de fuego. Entre estos presentes se encuentra Malin-tzi, una joven noble que había sido ya vendida al cacique de Tabasco por su madre, princesa de Coatzacoalcos. Una chamana predice el futuro y celebra la ceremonia de unión entre Cortés y la joven indígena.
Cortés comprende el valor de los regalos, pero para él son solamente el primer escalón para la culminación de su ambiciosa carrera: la conquista del gran Tenochtitlán, la capital azteca gobernada por el cacique Moctezuma. Pronto descubre que la joven que le ha sido regalada puede servirle de intérprete, y por lo tanto de llave para su comunicación con los pobladores mexicanos.
Malinche, el nombre con que se denomina a la joven quizás por una deformación de su nombre indígena, hace de intérprete entre Cortés y Moctezuma, en el diálogo que desembocará en la apedreada del rey de Tenochtitlán de parte de su pueblo y en la "noche triste", como se llamó a la primera gran derrota española en México. Los indígenas se dividen entre fieles y traidores.
Moctezuma muere recordando las profecías que condenaban a su pueblo a someterse a los señores llegados del mar, y Cortés toma el poder.
Cortés da en matrimonio a la Malinche, con quien ha tenido un hijo llamado Martín, a su capitán Juan Jaramillo. La joven declara por primera vez la ingratitud de su suerte, ser desde niña moneda de cambio, y se entrega a su destino.
Ha pasado el tiempo, Cortés ya viejo se halla solo en su habitación en España, quejándose de que su gesta no le valió la fortuna y el poder que ansiaba. Reflexiona sobre el sentido de la conquista y la destrucción del pueblo azteca. El espíritu indígena, bajo la apariencia de la chamana, se le aparece como en una alucinación para reafirmar su sospecha de que la historia se repite incansablemente, y que el tiempo es el verdadero vencedor de las empresas humanas.
Director de la obra: Daniel Fermani.
"La mala Malinche" obtuvo el Gran Premio Literario Vendimia en Dramaturgia 2008, otorgado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la provincia de Mendoza.