Esos ojos no existen ya,
ninguna tarde los convoca,
una mano nostálgica
puso la fotografía en nuestras manos
y ellos reviven:
otros ojos los buscan,
quieren asirlos,
respirar su perfume,
violar el secreto de su sombra,
su incorruptible opacidad,
para pensar que el tiempo fue piadoso...
ninguna tarde los convoca,
una mano nostálgica
puso la fotografía en nuestras manos
y ellos reviven:
otros ojos los buscan,
quieren asirlos,
respirar su perfume,
violar el secreto de su sombra,
su incorruptible opacidad,
para pensar que el tiempo fue piadoso...
Poema del escritor Felipe Oteriño, espero que les guste, a mí este poema me encanta.