Cada noche, cuando la sombra anula
lo visible y reduce mi universo
a la secreta soledad pensante,
recuesto junto a mì
el ansia reprimida
que, todo el dìa, quiso ser palabra
delante del fulgor de tu presencia,
y que vuelve medrosa, resignada,
a tenderse a la orilla de mi cuerpo
para dormir conmigo, confundida...
Al acercarse el velo de neblina
que opaca lentamente los sentidos
en ìntimo coloquio
esa ansia se desborda
y pronuncia silencios
que suben su temblor hasta tu imagen.
No hay nada que su idioma
no le diga al silencio de tu forma
que brilla, con luz propia,
en mi cielo compacto de tinieblas.
En el flotante mar de mi vigilia
se forma la unidad de asedio y rebeldìa
en sumiso contacto, que realiza
la inasible verdad que nos anuda
en transparente idilio,
sòlo posible en el color del sueño.
Y retorno a la vida
y conmigo despierta el ansia misma,
la que anhela incendiarte
en el sutil amor, que por secreto
renace sin descanso de sì mismo,
pero vuelve a sentir la cobardìa
que le produce el alba de tus lìneas,
y te mira pasar
sin atreverse a denunciar su fuego,
y sòlo saborea
el frescor momentàneo
de su sed que te bebe, sin hablarte.
Cada noche, cuando la sombra anula
lo visible y reduce mi universo
a la secreta soledad pensante,
recuesto junto a mì
esa ansia reprimida
que, todo el dìa, tratò de ser palabra
delante del fulgor de tu presencia ,
y con ella a mi lado
invento el cauce puro de màs puro silencio,
para dejar que exprese y desahogue
su idioma contenido
que brota de los dos al mismo tiempo
y, en dìalogo desnudo, consolarnos
dejando en libertad
la noctàmbula fuerza enmudecida
de un misterioso amor incofesado.
Aprovecho para dejarles un muy sentido saludo y un beso extra para los amigos (ellos saben)
lo visible y reduce mi universo
a la secreta soledad pensante,
recuesto junto a mì
el ansia reprimida
que, todo el dìa, quiso ser palabra
delante del fulgor de tu presencia,
y que vuelve medrosa, resignada,
a tenderse a la orilla de mi cuerpo
para dormir conmigo, confundida...
Al acercarse el velo de neblina
que opaca lentamente los sentidos
en ìntimo coloquio
esa ansia se desborda
y pronuncia silencios
que suben su temblor hasta tu imagen.
No hay nada que su idioma
no le diga al silencio de tu forma
que brilla, con luz propia,
en mi cielo compacto de tinieblas.
En el flotante mar de mi vigilia
se forma la unidad de asedio y rebeldìa
en sumiso contacto, que realiza
la inasible verdad que nos anuda
en transparente idilio,
sòlo posible en el color del sueño.
Y retorno a la vida
y conmigo despierta el ansia misma,
la que anhela incendiarte
en el sutil amor, que por secreto
renace sin descanso de sì mismo,
pero vuelve a sentir la cobardìa
que le produce el alba de tus lìneas,
y te mira pasar
sin atreverse a denunciar su fuego,
y sòlo saborea
el frescor momentàneo
de su sed que te bebe, sin hablarte.
Cada noche, cuando la sombra anula
lo visible y reduce mi universo
a la secreta soledad pensante,
recuesto junto a mì
esa ansia reprimida
que, todo el dìa, tratò de ser palabra
delante del fulgor de tu presencia ,
y con ella a mi lado
invento el cauce puro de màs puro silencio,
para dejar que exprese y desahogue
su idioma contenido
que brota de los dos al mismo tiempo
y, en dìalogo desnudo, consolarnos
dejando en libertad
la noctàmbula fuerza enmudecida
de un misterioso amor incofesado.
Aprovecho para dejarles un muy sentido saludo y un beso extra para los amigos (ellos saben)