por Invitado Vie Sep 12, 2008 5:57 pm
Ele, el no acostarte, al menos, a invocar el sueño es eludir el subconsciente. Hay dos razones para ello. Te aqueja un gran dolor que te impide la calma necesaria o bien (y no te enojes que te lo digo sin juzgamientos de por medio) estás empeñada en algo que sólo cabe resolver a otro. No te aflijas. Simplemente suéltalo. Respira. Haz ejercicio, y luego al calor de una música suave y la tibieza de un té, suéltate. De minuto en minuto, irás agarrando el hilo del duermevela.
Verás que viene. Te lo dice la voz de una previa experiencia.