¿Será el arte de hablar
a tu pecho,
o el de distraer
tus ojos
y dibujar la lasciva
sonrisa
en tus labios?
Raudas cruzan las aves;
y tú, sola,
como yo
al abrigo de tus nubes.
Y tú, sola, como ese nido construido
con las hebras
de la duda.
Lugar que sólo cobra vida
con la delirante voz
de los mares
que yacen,
embriagados,
con el sueño de tu aroma;
y algún día
silenciados
por la mano que hoy anuda mi garganta.
By Carlito el cavernícola