Qué es la noche, sino la manta
que se ofrece
en el sendero;
sus dibujos,
los sueños,
laberintos
de pasos vacilantes.
Qué es el día, sino el espejo
delator
de los rostros
del furtivo
tormento;
sombría página
de un libro de oro.
Qué es la vida, sino en lo alto
la nube
impredecible;
tímida gota
de cristal
entre la espuma
de un mar delirante.
Qué es la muerte, sino del campo
la hierba
doncella;
lágrima que socava
más profundo
que la lluvia
las entrañas de la tierra.
¿Y tú?... Sino en las desoladas
veredas
del camino,
el palpitante lugar;
generosidad
que de la mano del tiempo
desconozco...
Porque la noche es corta
e inconclusos
los sueños.
El día,
breve pausa
en el tránsito
hacia el olvido.
Porque entre la curva calidez
de la vida
y la recta frialdad
de la muerte,
nosotros,
los caminantes,
tan sólo fechas de un apremiante destino.
By Carlito el cavernícola