pues de hecho
no sé de dónde vengo
ni para dónde voy.
Si ayer supe del pasado,
hoy no lo sé;
si hoy no sé del futuro,
mañana lo sabré;
pero lo cierto
es que, hoy,
-como aquel filósofo-
sólo sé que nada sé.
Sólo dos verdades:
La Vida y la Muerte;
una apenas conocida,
la otra
por conocer.
Nunca la verdad absoluta,
siempre
el lado oscuro
en el rostro de la luna.
La Vida y la Muerte,
hermanas gemelas;
idénticas
en su cuerpo,
diferentes
en lo que pregonan
la cuna y la tumba.
Sólo dos verdades,
porque una nos enseña
a la otra,
esa otra...
la verdad por conocer.
Por eso soy sinónimo
de la ignorancia;
y con ella,
amante del discreto encanto
de su incertidumbre,
amante del discreto encanto de sus ubres.
By Carlito el cavernícola