La sangre azul no es vil
hasta que mora en labios criticos.
Tu visión es un río
que no pregunta adónde marcha.
Sólo agita las rocas y se escapa.
Elige tu silencio.
Que tu lengua sea más astuta que tu arco.
Tu enemigo no es aquel que te odia
sino aquel que te admira.
Persigue una santa curiosidad
sin preguntas remotas.
Haz como el Evil de los cuentos.
Que te arroja la flecha mirandote a los ojos.
Elige tu morada.
Pero exígele un jardín a quien te abra la puerta.
Sólo irás tras tu arte
cuando hayas decidido despojarte
de prejuicios ajenos...
Recuéstate de espaldas bajo el azul precioso.
Y no mires hacia atrás.
No sea cosa que tus miedos
pretendan el regreso.
Y si vas a escribir una poesía
piensa en ti solamente...
Son los demás los encargados
de deslizar los ojos por tus letras
y definirte un universo
donde no estarás nunca...
(Me disculpo por no venir seguido. Les dejo estas lineas desparejas. Me concentro en un torneo de golf cuyo premio es una hermosa camioneta. Ya vendré a responderles y a tomar un trago con vosotros. Mis mayores deseos de poesia diaria para todos.)
Adan.