¡Tengo el tiempo de un cántaro vacío!
No lo sabes
pero te esquivaré
hasta el último segundo.
Suelo
de sereno brillo,
moneda
en impacientes dedos.
Cortina de carne,
mundo
del que huyo.
Sólo tus ojos
me siguen,
tatuando en mi espalda
todo el dolor
que te consume...
¡Qué corta es la distancia!
Que tu nombre
desata tempestades,
con arreboles
maquillan tus besos,
y tu voz
proclama la noche;
aquí
¡donde tu mirada infinita
siembra
las negras semillas del voluptuoso sueño!
By Carlito el cavernícola
-Dedicado a la bruja NINA como promesa, incumplida al final-