By Carlito el cavernícola...
Mirada que nace en la penumbra
del rincón olvidado.
Ojos que dibujan las gotas
de confusión
transparente
que van a estrellarse
en la superficie
de la llana cordura.
Dedos invisibles que acarician
las cuerdas
del poder infinito.
Luz que se filtra en el hogar
uterino...
Has llegado a mí,
tormenta paridora del dolor.
Voy a la tumba cubierta
del eterno
presente.
Voy a nacer en la muerte.
Llévame tú,
corriente transparente,
por los caminos
que nunca se han pisado,
por los que van
y no vuelven.
Llévame al mundo de gotas
transparentes...
¡Dadme a luz!
Más yo aún sigo aquí.
Sólo me has dejado tristeza,
veneno y llanto... Hoy ese es mi canto.
Gracias por leer...
VILMA
Mirada que nace en la penumbra
del rincón olvidado.
Ojos que dibujan las gotas
de confusión
transparente
que van a estrellarse
en la superficie
de la llana cordura.
Dedos invisibles que acarician
las cuerdas
del poder infinito.
Luz que se filtra en el hogar
uterino...
Has llegado a mí,
tormenta paridora del dolor.
Voy a la tumba cubierta
del eterno
presente.
Voy a nacer en la muerte.
Llévame tú,
corriente transparente,
por los caminos
que nunca se han pisado,
por los que van
y no vuelven.
Llévame al mundo de gotas
transparentes...
¡Dadme a luz!
Más yo aún sigo aquí.
Sólo me has dejado tristeza,
veneno y llanto... Hoy ese es mi canto.
Gracias por leer...
VILMA