De Cioran

Cuando se ha salido del círculo de errores y de ilusiones en el interior del cual se desarrollan los actos, tomar posición es casi imposible. Se necesita un mínimo de estupidez para todo, para afirmar e incluso para negar

E.M.Cioran

Ay doradita,tengo algo más que el mínimo de estupidez,

para comprender totalmente esta afirmación

Pués a mi ocurre al contrario la tengo para no comprenderlo,en realidad lo puse a ver si alguién me lo podia descifrar.

La vida siempre fue así, creo yo, porque el éxito en la vida está más cerca de los osados, de aquellos que se atreven, a pesar del tipo de locura que tengan que utilizar para lograr sus fines. Aunque sus fines dependan de esos mismos hechos y no de sus deseos interiores. Y allí es donde entra en juego la lucidez o la estupidez, si salió bien, es lucidez, a pesar de que para muchos haya parecido una estupidez. Y como círculo cerrado que parece a simple vista, allí tienes: La vida otorga los éxitos a los que se atreven, a los perseverantes.

Hummmm lo voy entendiendo , tienes gracias

Yo solo entendí que no entendí, pero cuando Viviana dio su parecer, empecé a entrar en razones. Es verdad! Uno a veces piensa cosas que podrían ser, pero no se atreve a "ayudar a que sean". Y si se atreviera, desde otros puntos de vista esa persona podria estar en los calzones de un genio o de un estupido. Salga lo que salga si se anima, eso mismo lo encarpeta de acuerdo al resultado! sera asi? kilosá!...

adan (diciendo por ahí).

Pero señores,dorada, lo que quise decir es que tenía mucha estupidez,y por lo tanto nada entendía.

Más o menos parece así, encuentro que esta especie de aforismo es algo cerrado dentro de lo abierto, no sé será que no doy pá más ,pero gracias.



Ele ya lo sé, mujer, a mi me pasaba lo mismo jeje.

Es un excelente aforismo! gracias por traerlo a Poetrizas sanita!

Pués ; a tí también Viviana,por esclarecerlo.

??

!!!!

ejjej

que zimpático

Dice un amigo que a Cioran le faltó venir a México. Digo, para ahondar màs en su amargura. Ja, ja.

es verdad, nunca olió una flor de cactus, el pobre