Les ofrezco un renglón de lejanías.
Un presagio de brillos estelares.
Les ofrezco una pared
y un tarrito de pintura,
para que hagáis en ella
lo que se les cante!...
Les ofrezco la sal de un océano quebrado.
Ya sus peces los he comprado yo
(muy por las dudas).
Les ofrezco el blanco de un papel
y un lapiz viejo,
les ofrezco un espejo,
un laurel, y un cortaplumas.
Les ofrezco una paleta de oleos resecados,
y un pincel haciendo juego
con el perro de un vecino atormentado.
Les ofrezco un Castillo sin fantasmas
que me sobró de un viaje a Pensilvania.
Una caja de fosforos que no saben de gases,
y también tengo envases
¡de cervezas sin nada!.
Y si a alguno le sirve para algo
a un precio irrisorio y en tres pagos,
les ofrezco un Corazón que ya no uso...
Solo denme un segundo que lo busque,
¡el maldito dolor no sé donde lo puso!....
Adan Bird.
Un presagio de brillos estelares.
Les ofrezco una pared
y un tarrito de pintura,
para que hagáis en ella
lo que se les cante!...
Les ofrezco la sal de un océano quebrado.
Ya sus peces los he comprado yo
(muy por las dudas).
Les ofrezco el blanco de un papel
y un lapiz viejo,
les ofrezco un espejo,
un laurel, y un cortaplumas.
Les ofrezco una paleta de oleos resecados,
y un pincel haciendo juego
con el perro de un vecino atormentado.
Les ofrezco un Castillo sin fantasmas
que me sobró de un viaje a Pensilvania.
Una caja de fosforos que no saben de gases,
y también tengo envases
¡de cervezas sin nada!.
Y si a alguno le sirve para algo
a un precio irrisorio y en tres pagos,
les ofrezco un Corazón que ya no uso...
Solo denme un segundo que lo busque,
¡el maldito dolor no sé donde lo puso!....
Adan Bird.