Hoy, precisamente hoy
todavía tengo pedazos de poesía
en la cuenca vacía de mis ojos
y más adelante
en el horizonte de lo que ya no ven mis ojos
una cascada de sangre
desde allá,
en la península,
me envuelve.
Procuraré que mis crepúsculos
se tiñan áureos y desfallezcan negros
y queden encarcelados en mis memorias
los tonos naturales que ahora evoco.
Tú.
Tu sacrada aura moribunda
todavía tengo pedazos de poesía
en la cuenca vacía de mis ojos
y más adelante
en el horizonte de lo que ya no ven mis ojos
una cascada de sangre
desde allá,
en la península,
me envuelve.
Procuraré que mis crepúsculos
se tiñan áureos y desfallezcan negros
y queden encarcelados en mis memorias
los tonos naturales que ahora evoco.
Tú.
Tu sacrada aura moribunda