Detrás del resplandor está la hoguera,
detrás la noche que persevera en llamas,
detrás tiniebla y ojos que miran
decididamente hacia adentro.
Alguien comienza a hablar del corazón,
de sus costumbres y prisiones,
alguien clavará en nosotros banderillas de lo posible,
inmutables cualidades, hipótesis y otras formas de llanto.
Mas en los cuerpos resisten ternuras
que ningún fuego acabará,
otros cultos parecidos a la vida.
¿Podremos decir que la caverna es ésta,
éste el sol y las quintas y los soberbios frutos,
o la iluminación del poema, lo iluminado,
o lo que queda definitivo en sombras?
Obra del escritor Rafael Felipe Oteriño.
detrás la noche que persevera en llamas,
detrás tiniebla y ojos que miran
decididamente hacia adentro.
Alguien comienza a hablar del corazón,
de sus costumbres y prisiones,
alguien clavará en nosotros banderillas de lo posible,
inmutables cualidades, hipótesis y otras formas de llanto.
Mas en los cuerpos resisten ternuras
que ningún fuego acabará,
otros cultos parecidos a la vida.
¿Podremos decir que la caverna es ésta,
éste el sol y las quintas y los soberbios frutos,
o la iluminación del poema, lo iluminado,
o lo que queda definitivo en sombras?
Obra del escritor Rafael Felipe Oteriño.