Una leyenda puelche dice que había una hermosísima princesa india llamada Elcha (en lengua aborigen significa Espejo), reconocida en su tribu por su belleza. Esa tribu estaba enfrentada a otra por la cual la bruja tenía simpatía.
Elcha había crecido con un compañero que no era de la nobleza pero a medida que pasaba el tiempo nació entre ellos un sólido amor. Enterada de ello, la bruja de la tribu convenció al padre de detener la actitud de enfrentamiento entre las tribus mediante el casamiento de los príncipes.
La princesa Elcha fue informada la noche anterior. Desesperada se lo comunicó a su amado y escaparon velozmente hacia el norte. Minutos más tarde enterados de la huida, ambas tribus partieron en persecución al mando de la bruja.
En un momento los jóvenes entendieron que habían extraviado el camino y siguieron hasta que los detuvo un abrupto corte de la superficie que terminaba en la laguna. Miraron hacia atrás y la luz de los relámpagos iluminó a sus perseguidores, que estaban muy cerca. Elcha y el joven no lo pensaron y decidieron arrojarse al agua. La primera en llegar y asomarse a la laguna fue la bruja, en el instante en que lo hizo, un poderoso rayo se descargo sobre ella dejándola petrificada. El resto de los perseguidores también se acercaron temerosos y vieron reflejada en la superficie, cual espejo la imagen de Elcha. Desde entonces hasta hoy, tanto la bruja petrificada como la imagen de Elcha se pueden distinguir y es por eso que los lugareños bautizaron así la laguna.
Les traigo otra leyenda de mi tierra, espero que les guste...